Resuelve tus dudas más comunes con nuestras FAQ´s. Todo lo que necesitas saber ahora. Conoce los mejores tips y trucos para triunfar en Bienes Raíces. Descubre los secretos del mercado inmobiliario.
Al comprar una propiedad,¿qué impuestos tengo que pagar?
El comprador de un bien inmueble tiene las siguientes obligaciones de pago:
Es responsabilidad del comprador pagar la transferencia de dominio del inmueble, es decir, el proceso por el cual una persona transfiere o traspasa a otra persona el derecho de propiedad. Este trámite genera algunos valores a pagar como el cierre de escritura en notaría, el derecho notarial, la inscripción de la escritura y la transferencia de dominio. Además, se deberá pagar el impuesto de alcabala y el registro en el Consejo Provincial.
El Impuesto de Alcabalas es una obligación tributaria sobre las transferencias o traspaso del derecho de propietario de bienes inmuebles.
Al vender una propiedad,¿qué impuestos tengo que pagar?
El vendedor de un bien inmueble tiene las siguientes obligaciones de pago:
Impuesto predial: Este impuesto es cobrado por los municipios sobre bienes raíces ya sean terrenos, edificaciones e instalaciones.Para conocer los valores a pagar necesitarás el número de predio o los nombres y apellidos del dueño.
Contribución especial de mejoras: Es un impuesto que se cobra por el beneficio que ha recibido el predio por la construcción de obras públicas.
Impuesto a la utilidad: Esta es una obligación tributaria a la ganancia obtenida al transferir una propiedad de predios urbanos, no rurales. Este impuesto equivale al 10% de la utilidad generada.
Plusvalía: Es el incremento de valor del bien inmueble, ya que, al pasar de los años, los bienes aumentan su precio. El valor a pagar se define como la diferencia positiva entre el precio en que lo compró y en el de venta actual del inmueble.
¿Por qué debería recurrir a un Agente de Bienes Raíces?
5 razones por las que debes considerar recurrir a un agente inmobiliario.
Tiempo y Disponibilidad: Si tienes una agenda apretada y no dispones de mucho tiempo para el proceso de compra/venta de una vivienda, un agente de bienes raíces puede ser tu salvavidas. Ellos se encargan de tareas tediosas como programar visitas, gestionar trámites y negociar con compradores o vendedores.
Experiencia y Conocimientos: Los agentes inmobiliarios poseen un profundo conocimiento del mercado local y pueden ofrecer consejos invaluables. Te guiarán a través de las complejidades de comprar o vender una casa, proporcionando orientación sobre precios, negociación y cierre del trato.
Acceso a Recursos: Un buen agente tiene acceso a una vasta gama de recursos: servicios de listados en línea, redes profesionales y conocimientos de la industria. Esto es especialmente útil cuando buscas la propiedad perfecta que cumpla con todas tus necesidades.
Protecciones Legales: Los agentes inmobiliarios son profesionales autorizados que siguen estrictos estándares éticos. Te ofrecen protección legal y te ayudan a evitar obstáculos potenciales en el proceso de compra.
Costo: Los agentes suelen cobrar una comisión, generalmente un porcentaje del precio de venta, por sus servicios. Normalmente, esta comisión la paga el vendedor y no incrementa tus gastos. Algunos argumentan que prescindir de un agente es más costoso, ya que su habilidad para negociar el precio de compra, las reparaciones y los créditos del vendedor puede ahorrarte una considerable suma de dinero.
Así que, antes de lanzarte al mercado inmobiliario armado solo con tu teléfono inteligente, considera seriamente lo que un agente de bienes raíces puede hacer por ti. Porque a veces, la verdadera economía está en saber a quién contratar.
¿Qué hace un Agente de Bienes Raíces?
Un agente inmobiliario no solo media la venta o arriendo de propiedades en una empresa de bienes raíces; es el arquitecto de sueños y oportunidades. Esta figura esencial visita casas, apartamentos, locales comerciales, oficinas, bodegas o terrenos, y no solo habla con sus propietarios, sino que también moldea el valor de esos espacios.
El agente registra meticulosamente toda la documentación e información en la inmobiliaria, preparando así el escenario perfecto para que el inmueble brille en el mercado. Con múltiples propiedades bajo su tutela, el agente se convierte en el guardián de las expectativas de los interesados: ofrece información detallada, revela precios, guía visitas y navega por las complejas aguas de la negociación, asumiendo también algunos trámites legales.